POR ROBERTO DIAZ
Hoy: Eduardo Wilde
Por suerte, para nuestro país y para la Literatura, los hombres públicos del siglo XIX fueron escritores. Es decir, no se contentaban solamente con ocupar los puestos públicos en sitiales de verdadera responsabilidad e importancia, si no que, además, abordaban la página en blanco y dejaron, para la posteridad, sus pensamientos hecho Ensayos y su aguda sensibilidad en forma de poemas, cuentos y novelas.
Es decir, tuvieron un gran respeto por la cuestión literaria y la abordaron como debe ser: con suma seriedad y con más o menos suerte.
Hoy nos ocupamos de un gran intelectual que fue Eduardo Wilde y lo consideramos argentino a pesar de haber nacido, circunstancialmente en Tupiza, Bolivia, en 1844. La gente, en aquellos años, nacía fuera de las fronteras, perseguido y echado por Rosas que tenía un verdadero talento para despojarse de los talentos de los demás, valga la redundancia.
Era descendiente de inmigrantes ingleses mezclados con criollos. De esa mezcla o combinación de sangre, nacieron muchos de nuestros mejores próceres.
Eduardo Wilde se recibió de médico en 1870 y su tesis fue por de más original: presentó una tesis sobre el Hipo. Tuvo destacada actuación durante la epidemia de la Fiebre Amarilla en nuestro país y, luego, fue uno de los conspicuos integrantes de la misión del doctor Malbrán para combatir la epidemia de peste bubónica en Asunción del Paraguay.
Como todo hombre de la “Generación del 80” que se precie, fue diputado provincial y diputado nacional más de una vez, fue diplomático en diversas sedes del exterior del país, especialmente en los Estados Unidos y España. Fue Ministro de Justicia del General Roca, al que lo unía una fuerte amistad y también participó en el área de Higiene y Salubridad durante la segunda presidencia de éste.
Fue un médico destacado y sensible y tuvo todas las aptitudes y talentos para destacarse en épocas de buenos cerebros. Tenía una inmensa vocación por la función pública y creía, como la mayoría de aquellos hombres, que el país le pertenecía y, por lo tanto, tenía que hacer lo mejor por él.
Como escritor, hizo lo que la mayoría. Escribió sobre sensaciones de viajes, escribió sobre temas de su especialidad, escribió sobre el país y le dedicó algún tiempo a la obra de ficción aunque se puede deducir sin equivocarnos que sus escritos tenían bastante de las vivencias que le había tocado en suerte.
Pero Eduardo Wilde escribió, tal vez, el mejor cuento dramático, entre nosotros. Un cuento que, para mi gusto, se emparda bastante con el que, años antes, había escrito Esteban Echeverría: “El Matadero”.
El cuento de Wilde se titula “Tini” y cuenta la historia de la enfermedad de este chico. Es un relato patético, de una tristeza infinita. Es un cuento que, igual al de Echeverría, no termina bien. En éste por cuestiones políticas; en el de Wilde, porque la vida tiene estas nefastas cosas.
“Tini” es uno de los relatos de un libro de Eduardo Wilde que se tituló: “Prometeo y Cía”, pero también dejó historias en “Tiempo perdido” y “Aguas abajo”.
En muchos de estos hombres, hay una influencia marcada de un gran cronista y escritor español que fue Mariano José de Larra. Y en Wilde, encontraremos muchos trazos y cierto colorido que se le parece bastante a aquel gran intelectual español, que falleció muy joven cuando decidió quitarse la vida, una noche de carnaval, de un pistoletazo.
A Eduardo Wilde, la muerte lo encontró lejos del país, en Bruselas, Bélgica, cuando ejercía tareas diplomáticas. Fue el 5 de setiembre de 1913 y vale el recuerdo de su figura como vale leer las páginas literarias que dejó.
robertodiaz@uol.com.ar
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sábado, 31 de octubre de 2009
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En la presente gestión 2010, La Cooperativa Eléctrica de Tupiza publicó un almanaque donde se rinde homenaje a los hombres más connotados que nacieron en esta población, siendo uno de ellos Dn Eduardo Wilde. La Cooperativa tiene una biblioteca pública, la misma que desea tener algunas de las obras escritas por Eduardo Wilde y mayores detalles de su biografia; agradecería algún contacto para poder adquirirlas, favor comunicarse con Ing. Hector Luis Tapia; Email coopelect@hotmail.com; Cooperativa Eléctrica Tupiza.
ResponderBorrarnecesito que comenten sobre el cuento "asi" y no encuentro nada!
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