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miércoles, 28 de octubre de 2009

Palestinos contra palestinos:

Una guerra dramática que castiga a un pueblo eternamente golpeado
POR MAXIMILIANO SBARBI OSUNA


Los dos bandos que gobiernan los territorios palestinos están divididos por una guerra interna. Por un lado, Cisjordania, controlada por el grupo Al Fatah, del presidente Abbas. Por el otro, Gaza, dominada por el grupo Hamas. Las dos facciones no pueden llegar a un pacto para acabar con la sangrienta pugna de intereses que perjudica a un pueblo cansado de guerra, miseria, bloqueo, marginación y desempleo. Israel sigue siendo el gran beneficiado ante las discordancias internas palestinas.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (ObservadorGlobal). Las piezas del ajedrez palestino tuvieron una gran actividad en los últimos días. Marchas y contramarchas caracterizaron al proceso de paz auspiciado por Egipto, que intenta reconciliar a Hamas con Al Fatah, las dos facciones políticas y armadas que gobiernan enfrentadas en Palestina.

Las acusaciones cruzadas por parte de los dos bandos parecieron quebrar los esfuerzos de los diplomáticos egipcios, que desde hace seis meses vienen mediando entre ambos partidos. Hamas acusa a Al Fatah de colaborar con Israel a cambio de beneficios políticos y económicos, mientras que Al Fatah continúa culpando a Hamas por el golpe de Estado en la Franja de Gaza de junio de 2007.

En medio del intento de acercamiento entre ambas agrupaciones, la ONU publicó el Informe Goldstone, que detalla las responsabilidades y la violación de los Derechos Humanos por parte de Israel y Hamas durante la invasión israelí a Gaza a comienzos de este año.

LA CONDENA DE LA ONU

El juez sudafricano Richard Goldstone dirigió una minuciosa investigación en la cual se documenta detalladamente cómo fue la reocupación de Gaza, bajo la operación Plomo Fundido, que dejó entre 1.100 y 1.400 muertos palestinos y alrededor de una decena de israelíes.
La invasión de Gaza por parte de Tel Aviv se produjo luego de que Hamas lanzara cohetes contra zonas pobladas israelíes, produciendo daños materiales y muertes de civiles. La reacción militar israelí se produjo en diciembre de 2008 y finalizó dos días antes de la asunción del presidente norteamericano Barack Obama para evitar que Washington tuviese que condenar la sangrienta operación.


La operación Plomo Fundido produjo innumerables perjuicios a la población. Además de las muertes ya citadas, los daños materiales a casas particulares y cortes al servicio de agua y electricidad agravaron la alarmante situación de miseria y exclusión que sufren los habitantes de Gaza desde el comienzo del bloqueo israelí en enero de 2006.

Luego de la presentación del informe, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, rechazó las conclusiones del equipo de Goldstone y prometió que iba a trabar la condena a Israel dentro del Consejo de Seguridad.

Los miembros de la Unión Europea (UE) se abstuvieron de votar en contra de Israel. América Latina votó a favor del informe, con la excepción de México y Uruguay que se abstuvieron. Por su parte, África y la Liga Árabe también apoyaron a Goldstone.

¿UNIDAD PALESTINA?

Hasta hace diez días, los contactos entre Hamas y Al Fatah en El Cairo parecían dar sus frutos. Por medio del nuevo pacto, nuevamente se sentarían las bases para un gobierno de unidad nacional, que fue interrumpido en Gaza cuando Hamas triunfó en las elecciones legislativas en enero de 2006. Luego, a mediados de 2007, la negativa de Al Fatah de reconocer el gobierno de Hamas provocó gravísimos enfrentamientos armados y la expulsión por la fuerza de los militantes de Al Fatah de Gaza.

De esta manera, Palestina quedaba dividida en dos partes: Gaza controlada por Hamas y bloqueada por Israel, Estados Unidos y Europa, y Cisjordania gobernada por Mahmud Abbas, el líder de Al Fatah, que continuó el proceso de paz con Israel y sus buenas relaciones con Washington y la UE.

El pasado jueves 15 de octubre el documento egipcio de reconciliación ya había sido firmado por Mahmud Abbas, sin embargo Hamas, que debía haberlo suscripto el viernes 16, se abstuvo por el rechazo de Al Fatah al informe Goldstone.

La sorpresa que causó en la comunidad palestina la elusión por parte de Abbas de reconocer los crímenes de Israel sobre los palestinos de Gaza fue mayúscula. Sin embargo, existe una explicación de la estrategia de Abbas.

Al Fatah evitó votar de manera diferente a Washington y sobre todo a Europa, que financian parte del gasto público de Cisjordania. Por otro lado, con el pacto egipcio Abbas estaría reconociendo la existencia legítima de Hamas como fuerza política, lo que le daría más poder.

Por último Al Fatah cedió ante las presiones del gobierno israelí de Benjamín Netanyahu de no detener la expansión de los asentamientos ilegales judíos en Cisjordania si Abbas suscribía el acuerdo con Hamas. La influencia de Washington también condicionó a Abbas, ya que la secretaria de Estado Hillary Clinton había anunciado que “cualquier cese de hostilidades no debe permitir a Hamas tener un lugar en el gobierno palestino”.

Finalmente, el 18 de octubre, Hamas aceptó el documento egipcio en general, pero evitó suscribirlo, ya que mantiene varias objeciones. Entre las más importantes se encuentran: la omisión, en el tratado de reconciliación, de mencionar a Israel como “fuerza ocupante” y del derecho al regreso de los exiliados palestinos. Por otro lado, Hamas acusó a Egipto de introducir cambios que no estaban en el documento original. Además, el grupo islamista le exigió a El Cairo que abriera el paso fronterizo de Rafah, por donde los palestinos de Gaza pueden saltear parte del bloqueo israelí.

Ante la negativa de firmar el documento y la solicitud de un plazo mayor para analizar las diferencias por parte de Hamas, el gobierno de Abbas convocó a elecciones para enero de 2010. El sufragio incluiría a la Franja de Gaza, actitud que fue enérgicamente rechazada por Hamas alegando que el plazo de Abbas venció a comienzos de este año, por lo tanto no tiene la potestad de anunciar elecciones hasta que ambas partes acuerden un calendario común.

Las hostilidades entre ambos grupos siguen manifestándose públicamente, aunque todavía existe una pequeña esperanza de que el pacto se pueda modificar y se alcance el mutuo acuerdo. Si llegara a concretarse este escenario, se llamaría a elecciones generales para junio de 2010.

Mientras tanto, con Gaza y Cisjordania divididas, un gobierno duro en Tel Aviv y Barack Obama que avala las acciones ilegales de Netanyahu al negar el informe Goldstone, Israel sigue siendo el gran beneficiado ante las discordancias internas palestinas.

Al Qaeda en GazaLa pequeña Franja de 360 kilómetros cuadrados y de 1 millón y medio de habitantes parecía haber vivido todos los escenarios de combate posibles. Sin embargo, en agosto pasado el asalto de Hamas a una mezquita que pertenecía a Yund Ansar Allah, un grupo relacionado con Al Qaeda, dejó 28 muertos. De acuerdo con el gobierno de Gaza, este grupo pretende convertir a la Franja en un califato islámico y acusa a Hamas de haberse apartado del camino del Islam.

Existen diversas explicaciones sobre qué fue lo que ocurrió en esta desdichada y bloqueada porción de tierra. Algunos analistas sostienen que el gobierno de Mahmud Abbas financió al grupo islámico con el fin de debilitar a Hamas. Sin embargo, otros aseguran que Hamas se valió de la presencia de un pequeño grupo disidente para actuar con fuerza y de esta manera demostrarle al mundo occidental que luchan contra el terrorismo de Al Qaeda, para lograr establecer conversaciones directas con Estados Unidos y la UE y aliviar así el bloqueo.

Pero, lo único que parece seguro es que la población de Gaza, sin posibilidades de futuro, con los servicios básicos suprimidos, comienza a desconfiar de que la estrategia de resistencia Hamas esté dando resultados, por lo que muchos se estarían radicalizando y acercándose a movimientos extremistas. Está demostrado que cuanta más presión ejerce Israel sobre los supuestos movimientos violentos, más agrupaciones extremas comienzan a florecer.

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