Los jóvenes viejos
Por Claudia Messing *
Un aspecto desconocido de la simetría entre padres e hijos es su carácter estructural, involuntario e inconsciente. La simetría o mimetización con el adulto es una modificación estructural del psiquismo de niños y jóvenes, que es transmitida inconscientemente por los padres y no depende de su voluntad, pero se puede reforzar, atenuar o flexibilizar a partir de las actitudes de los mismos.
Los niños y jóvenes actuales se mimetizan o identifican inconscientemente desde la cuna con el adulto, con su lugar y con sus historias, colocándose desde muy pequeños en una posición de paridad, “seudoadultez imaginaria”, de completud, autosuficiencia, saber y poder, que los deja solos interiormente, sin apoyos internos, como pares o por encima de los propios adultos.
El síntoma privilegiado de la “simetría inconsciente” es la hiperexigencia y el temor al fracaso que provoca, ya que, si son adultos, deberían saber y poder “ya mismo”, sin tener que aprender. Este cambio los expone a todo tipo de sintomatologías, por las consecuencias emocionales e intelectuales que provoca: entre ellas, intolerancia a la frustración, fuertes fluctuaciones en la autoestima, desmotivación, desinterés, insatisfacción, desconexión emocional, conductas fóbicas ante el aprendizaje y cualquier tipo de compromiso; también, indiscriminación yo-no yo, fallas en la posibilidad de jerarquizar en la vida cotidiana y en el estudio, en su capacidad para el pensamiento abstracto y simbólico (todo se vive a un nivel concreto), en la aceptación de límites y limitaciones, contagio emocional y mimetización con las figuras parentales y sus respectivas historias.
Los gravísimos síntomas de violencia, maltrato, desconexión emocional, adicción a vínculos simbióticos, conductas de riesgo, ingesta de bebidas alcohólicas y consumo de sustancias, dificultades en las posibilidades de contención y puesta de límites por parte de los padres, las patologías actuales y de descontención en la infancia catalogadas apresuradamente en numerosas oportunidades como trastornos neurológicos (ADD, ADHD); la desmotivación y las fuertes dificultades frente al aprendizaje, el fracaso y el abandono en los estudios, estrés, síntomas de ansiedad, fobias, ataques de pánico, dificultades en la sexualidad, que a diario nos conmueven, encuentran en la simetría inconsciente y su interacción con el contexto, una nueva base de comprensión para encarar renovados caminos de tratamiento y prevención.
* Fragmento del libro Simetría entre padres e hijos. Efectos de la mimetización inconsciente con el adulto a nivel emocional, educativo, vocacional y social (ed. Noveduc), de próxima aparición.
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jueves, 26 de noviembre de 2009
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