El discreto encanto de la mano estatal
Desde que tomó el control de los recursos previsionales, la Anses logró un aumento en los activos que antes manejaban las AFJP. También cambió el destino que se le da al dinero: hay más aportes a obras e industrias y se creó la asignación por hijo.
Por David Cufré
Desde que la Anses se hizo cargo de los aportes previsionales que manejaban las AFJP, los recursos crecieron 37,1 por ciento. El Fondo de Garantía de Sustentabilidad de las jubilaciones (FGS) pasó de 98.224 millones de pesos el 5 de diciembre del año pasado –monto que entregaron las administradoras privadas– a 134.672 millones el 30 de octubre último. El dato lo presentó ayer el titular del organismo de la seguridad social, Diego Bossio, al exponer ante la Comisión Bicameral del Congreso que audita el destino de ese dinero. El aumento se explica tanto por la recuperación de los mercados financieros como por la continuidad del superávit de la Anses, lo cual permitió financiar la creación de la asignación por hijo y entregar a los jubilados y pensionados un plus de entre 200 y 350 pesos con el haber de este mes.
El Fondo de Garantía de Sustentabilidad reúne los recursos que habían acumulado los afiliados a las AFJP durante catorce años y los excedentes de la Anses. Ese dinero es un resguardo para el pago de jubilaciones a futuro. Bossio explicó que se trata de un stock que no puede destinarse a una suba de haberes permanente, porque se agotaría en menos de un año. Sin embargo, la rentabilidad que entregan los 134 mil millones ahorrados permite cubrir el costo de la nueva asignación por hijo. Si los fondos hubieran seguido en manos de las AFJP, esa opción habría estado vedada.
El destino de los recursos es diferente al que le daban las administradoras también en otros aspectos. El financiamiento de proyectos productivos o de infraestructura equivale ahora al 5,97 por ciento del FGS, contra el 2,22 de la época de las AFJP. La dimensión del salto se aprecia mejor al comparar cifras absolutas: ahora son 8035 millones de pesos, contra 2183 de la etapa privada. Es una suba del 268 por ciento en once meses. Otro ítem con un fuerte incremento es el de las cédulas hipotecarias: de 60 millones a 493 millones de pesos. Esto es porque la Anses está financiando los créditos para la compra y construcción de viviendas que lanzó el Banco Hipotecario. Ya hay unos 1800 préstamos concedidos desde que arrancó el plan y se estima que hacia fin de año rondarán los 4000.
Las AFJP, a su vez, destinaban el 5,23 por ciento de su cartera a acciones de empresas extranjeras, mientras que en la actualidad es el 4,87 por ciento. La Anses ha ido repatriando recursos, pero la valorización de esos activos luego de que pasó lo peor de la crisis financiera internacional elevó el monto neto: de 5137 millones a 6560 millones de pesos. En cambio, en acciones locales las AFJP volcaban el 7,99 por ciento de los aportes de sus afiliados (7844 millones de pesos al 5 de diciembre de 2008), en tanto que la Anses deriva ahora el 9,91 por ciento (13.350 millones).
La principal crítica de senadores y diputados de la oposición en la Comisión Bicameral fue el incremento en las inversiones en títulos públicos. En este caso, pasó del 59,48 por ciento de la cartera administrada por las AFJP (58.427 millones de pesos) a 62,29 por ciento (83.885 millones). Bossio respondió que los 67 principales países del mundo destinan en promedio un 85,5 por ciento de los fondos previsionales a financiar a sus respectivos tesoros nacionales. Julián Obiglio, diputado del PRO, retrucó que el riesgo de default en esos países es sensiblemente menor que en Argentina.
El otro eje de debate entre Bossio y legisladores de la oposición fue por el uso de la rentabilidad del FGS para pagar la asignación por hijo. El propio Obiglio y el senador radical Gerardo Morales apuntaron que “en lugar de usar la plata de los jubilados, el subsidio debería salir del presupuesto nacional”. En este caso, el funcionario y el diputado Juan Carlos Díaz Roig (FpV) respondieron que la Anses no es sólo un organismo previsional que se ocupa de los jubilados, sino un ente de la seguridad social que debe atender las necesidades de otros segmentos de argentinos. Además, apuntaron que la Anses se financia no sólo con aportes de trabajadores, sino con impuestos. “El indigente que paga IVA está financiando a los jubilados”, graficó Díaz Roig. “Era injusto que no tuviera ninguna compensación”, completó.
Aunque la audiencia fue tranquila, el conjunto de legisladores de la oposición presentó a Bossio un escrito con sus objeciones al manejo del FGS. Hay cuatro puntos principales: el aumento en la compra de títulos públicos, el “desvío” de recursos para la asignación por hijo y dos denuncias por compra de bonos (Bonar 14 y Bonar 16) a precios superiores a los del mercado. La diputada Fernanda Reyes, una de las denunciantes, indicó que una de esas causas ya es investigada por la jueza Servini de Cubría.
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jueves, 3 de diciembre de 2009
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