Una gran heroína inédita
Roxana, la amante afortunada , novela de Daniel Defoe nunca antes traducida al español, cuenta en clave picaresca el ascenso social de una mujer que pasó de la miseria y la prostitución a ser la mujer más deseada de Inglaterra
Noticias de ADN Cultura
Por Armando Capalbo
Para LA NACION
Roxana
Por Daniel Defoe
La bestia equilátera
TRAD.: Teresa Arijón
452 Páginas
$ 62
Considerado junto con Samuel Richardson uno de los fundadores de la novela inglesa, Daniel Defoe (Londres, 1661-1731) comenzó siendo comerciante y viajero. Aunque la tarea comercial no le dio satisfacciones, la literatura y la política lo erigieron en un verdadero prócer de la cultura británica. Ya en su novela de 1701, El verdadero inglés, se regodeaba con los defectos y las miserias de sus compatriotas mientras se enfrascaba en la defensa del rey Guillermo III. Analista de la compleja secuencia histórica que siguió a la Revolución Gloriosa, el derrocamiento de Jacobo II, Defoe transitó el periodismo y la literatura al mismo tiempo que fue agente secreto de Inteligencia para la Corona británica. Con Robinson Crusoe (1719) y Diario del año de la peste (1722) logró superar la escritura de panfletos acerca de las disputas de poder entre los whigs y los tories, para acceder a una novelística en la que también pueden leerse, como trasfondo, lo político, lo religioso, lo social y lo psicológico en tramas de enorme popularidad y contundente influencia literaria.
Desde Moll Flanders (1722), Defoe refina su punto de vista sobre las relaciones entre el individuo y la sociedad y se aproxima a la construcción satírica y picaresca. Como aquella novela, Roxana, la amante afortunada (1724) -que por primera vez se traduce al español- es a la vez la historia de una mujer y de una sociedad.
Fugitiva desde 1683 de la persecución sistemática contra los protestantes franceses, la protagonista crece en la periferia londinense absorbiendo lo mejor y lo peor de la cultura británica. En la adolescencia, es obligada por su familia a casarse con un comerciante de provincias que malgasta el dinero del emprendimiento parental y acaba por abandonar a su esposa en las peores condiciones de pobreza y con cinco hijos. Muertos sus padres, la que luego será Roxana no tiene a quién recurrir y, para escapar del hambre y la miseria, concibe, en las circunstancias más adversas, la posibilidad de ser mantenida por un hombre que se apiada de ella.
Ubicados sus hijos en los hogares de su familia política, Roxana sigue a su amante en su búsqueda de prosperidad en el continente. Francia, Italia y Holanda son los países en los que se desarrollará el acceso a la estabilidad económica. Roxana deberá pasar de un amante a otro, cada vez más poderoso, para poder regresar como una mujer triunfante e independiente a una Londres inclemente que la obligará a adoptar otra personalidad y hasta un disfraz, el de la voluptuosa y seductora bailarina Roxana. Pero los reveses de la fortuna son irrefrenables: ya adulta y obsesionada por dirimir su identidad, una de sus hijas pondrá en riesgo la falsa estabilidad de la mujer más deseada de Inglaterra.
Con Moll Flanders, Defoe ya había hecho intervenir dentro de la picaresca una primera persona femenina que buscaba la simpatía del lector y lograba una cierta redención de sus delitos. La adúltera narradora era simpática porque burlaba las restricciones de clase social y pintaba la precariedad y la injusticia de la peor zona fabril inglesa.
El recurso reaparece en Roxana, la amante afortunada, caracterizando por segunda vez las duras reglas de juego de la organización económica de la época. Desde los años previos a la Revolución Industrial, Defoe percibe que el modelo capitalista en expansión presenta intersticios para que una mujer que se sobrepone a su propia culpa pueda transformar su realidad socioeconómica y mejorar, aun a costa de embarcarse en el peligroso sendero de la lujuria.
Así, se lucen las apreciaciones de la narradora acerca del matrimonio como contrato espurio, de la rígida estructura jerárquica del clasismo, del fuerte impulso del comercio y hasta de la triste realidad del tráfico de esclavos. La voz de Roxana confiesa lo peor de su decadencia moral en pos de detallar el recorrido desde la extrema pobreza y el desamparo hasta el éxito social en salones elegantes y ambientes cortesanos. La de Roxana es una historia de creatividad forzada, aquella que la prostituta necesita para sortear el repudio y el prejuicio.
Sorprende la poderosa unidad temática del texto: recrea la historia personal de una declinación, pero jamás se aparta del retrato de los aspectos corruptos del engranaje económico ni del provecho que de él saca Roxana. Por ejemplo, una escena deslumbrante es aquella en que la protagonista y su tercer amante, un financista holandés, antes de casarse, se informan mutuamente de sus bienes. Están a la par en riqueza: la de Roxana proviene de la astucia con la que manejó sus amancebamientos; la de él, de una dudosa legalidad en inversiones y rentas.
La deliciosa caracterización del ciclo económico tiene en Roxana un inolvidable punto de inflexión: la subjetividad casi intimista -que anticipa estrategias narrativas del siglo XIX- con la que la narradora relata la hazaña de disfrazarse de bailarina árabe en las grandes fiestas de la mejor alcurnia londinense. Sedas y gasas persas, turbantes de Damasco, finísimas alhajas, exóticos perfumes, atavíos que convierten a la patética mantenida Roxana en la más enigmática lady de Londres.
Incluso en la seducción de esas escenas, se apunta y dispara contra el auténtico objetivo: la hipocresía de los poderosos que prefieren no ver el rostro que la máscara oculta. Bailes, cortejos, derroches, banquetes no disimulan lo que la perspectiva de la narradora da a entender una y otra vez. En ese contexto superficial y de apego por los placeres del dinero y el poder es fácil pecar y pasar inadvertida.
Más allá del exotismo, se erige el profundo sentido pedagógico de Defoe, no sólo por el carácter realista de la trama de un ascenso social que es, en realidad, un declive moral sino también por la resolución melodramática en la cual el castigo es el acoso de su propia hija, abandonada en la niñez, que busca el reconocimiento de su madre. Para protegerse y protegerla, Roxana padece una cruel zozobra aunque el texto deje a consideración del lector cuál será en realidad el verdadero castigo.
Una historia de triunfos a cualquier precio se resuelve como un denso relato de abandono y desamor.
Novela importante e influyente en su propia época, desconocida para el lector de habla española, Roxana tematiza la adversidad que una mujer, perdido su honor, debe enfrentar, pero también su paradoja. El éxito es un destino falso, una variante sutil del primer despojamiento que lleva a Roxana a ensayar el rol de meretriz. El estilo sencillo y severo, de efectiva profundidad psicológica, marca el triunfo final de Defoe desde Robinson Crusoe, pasando por Moll Flanders: réprobos y virtuosos, pobres y ricos, simuladores y beatos están entrampados en la vorágine de una dinámica por la cual las antiguas certezas y flemáticos linajes se confundirán en el vendaval imparable de una sociedad cuyo único rey es el dinero.
© LA NACION
Seguidores
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario